Nostalgia
Tengo sensaciones extrañas
cuando camino bajo el cielo azul
que me cobija.
Piso suelo gris
hasta llegar a la estación vacía
de trenes sin pasajeros.
Andenes llenos de historia
y algunos ancianos
en la orilla opuesta.
No puedo decir con certeza
si estoy aquí o pasé
al otro lado de la calle
sin mojones ni señales verticales.
Quiero encontrarme
en el centro del día
que amanece.
Pero la nostalgia
me transporta a otras épocas.
El sentimiento se cierra
en la memoria intransigente
que olvida un ayer muerto
y gime por un futuro incierto.
Todo está en el mismo sitio,
los bancos de mi ciudad,
las calles paralelas,
los edificios enfrentados.
Pero yo he avanzado tanto
que no sé cuanto me queda
hasta que mi alma
decida volar por mandato divino
o por exigencias del guión
que llevan mis manos.
He intentado calcular
a groso modo,
si mi último balance
resultará positivo,
pero nunca fui sagaz
con las llevadas.
La lluvia roza
mis zapatos;
continuo caminando,
caminando, caminando…
La Poesía
A veces la poesía
es un cúmulo de palabras,
con orden o desordenadas,
con vida o tristeza,
con verbos y adjetivos,
con frases consentidas,
con metáforas vacias,
o llena de metáforas,
retórica e indiferencia.
A veces la poesía
ataca el flanco
de un mundo decadente,
revolotea también
entre formas amorosas
Se moja o no se moja
dependiendo de las aguas
que la baña,
de los momentos vividos
del odio; si, del odio
que despiertan los sentidos.
Es una ciencia tan inexacta,
que puede impactar
y hacernos participes
de sensaciones internas
indescriptibles,
o pasar por nuestro lado
y durar el tiempo que tarda
en caer un castillo de naipes
erguido en una mesa
que se tambalea.
Puede decir todo o nada.
La poesía y el ajedrez
son símbolos
de la inteligencia humana,
en ambas disciplinas
hay que intentar
ganar la partida
hay que lograr
¡ jaque mate !
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