Huida
(…) apagó todas las luces, excepto una,
cuya llama se estaba extinguiendo ya (…)
León Tolstoi, Ana Karenina
Quería evaporarse.
Convertirse en silencio y en olvido.
Imposible avanzar
con el alma partida.
Era tanto el dolor…
Se equivocaba.
Retiraron su cuerpo malherido
pero Ana permanece en esas vías
porque el amor no pasa.
Batalla antigua
Al otro lado habitan los recuerdos.
De vez en cuando afloran a mi mente
y batallo con ellos y los venzo.
A veces no es tan fácil porque cargan
con todo su arsenal y su locura
contra mi paz y mi equilibrio extraño,
tan débil, tan reciente.
Vacilo. Me derrumbo. Lo desconozco todo.
Recupero después el ritmo de mi vida
pero, en esos instantes, tengo miedo.
Me pregunto si es esto lo que quiero.
Si voy a ser feliz en esa lucha
o, quizá, debería abandonarme,
perderme como antes, como siempre,
por esas sendas viejas y escarpadas,
donde una vez deposité mi alma.
Al otro lado habitan los recuerdos
que crecen y me abruman
desgastando mi mente, poco a poco,
con su verdad espesa y suplicante.
Transparencia Ideal
Más me valdría haber nacido sombra
para no andar chocándome con todo.
No tendría mi cuerpo cardenales inmensos
si pudiera moverse sin bolardos ni esquinas.
Ser un fantasma silencioso es bueno
si tu cuello está libre de adornos y cadenas
para bailar al son de la música propia
mientras otros se mueven con el ritmo de siempre.
Pasear despacito sin que nadie te espere,
sorteando las colas para subir al tren,
sin maquillar sonrisas ni repetir historias.
No hay nada más divino que no ser.
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